jueves, 20 de mayo de 2010

Ninfómana

Me masturbo el dolor, los ojos se me llenan de blanco. Me masturbo el corazón y mis labios se tiñen de rojo. Las ganas y la apetencia, el deseo y el desuso. Todo se pudre, se inflama el corazón y arde el azufre. Me acaricio las entrañas dibujando telarañas y siento el pulso cardíaco, el latido difuso. Estoy embarazada de ti. Me dilato y me contraigo, me quemo y me expando. El Universo convexo y húmedo mi sexo, me vuelvo al vacío, gris el silencio, rompo el jadeo discontinuo, onírico, asmático, la respiración azul. Siento la frustración animal, de no tenerte bajo mi vientre, lamiendo mis heridas de miel y sal, verticales y partidas.
Me masturbas mi mente, nauseabunda y acomplejada, no puedo olvidarte, sí soñarte, odiarte, nunca adorarte, eras Arte en mi mente, Arte para follarte, soñarte y nunca/siempre Amarte.


Darío Morales,"Mujer de Espaldas",1970.


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