martes, 21 de septiembre de 2010

Anámnēsis : Hierro y Óxido

Hoy las calles se inundaban de ti, reminiscencias olfactivas y nostalgia epidérmica.Todo olía a ti, las aulas y los ascensores, los charcos y la lluvia.Y casi sin parpadear me inundaste los ojos, inyectando mi piel, mojando mi corazón. Mientras, me mirabas con extrañeza, intentando reconocerme, (des)dibujándome, (des)fragmentándome el Alma.Te escribí en una nota de papel mis secretos y deseos, escribí tu nombre por las esquinas de pan y agua... Golpes de violencia animal sacudían mi nuca,sin compasión. Éramos gatos que jugaban al (des)encuentro , al (des)memoriado, al Loco de Picasso. Animales enfermos jugando a ser Dioses, sin más rencores ni ficciones. Las paredes nos miran, los cíclopes sabían que mentíamos. Y ahora, me hincho por dentro de mediocridad, me destiño la emoción de volver a verte y no poder decirte siquiera, que he estado media vida pensándote y otras mil vidas,tratando de olvidarte...

Aún.


Ilustración "El Loco" de Pablo Picasso, perteneciente a la Época Azul.



jueves, 9 de septiembre de 2010

Peces raros y Calcetines sucios

Olvidemos que un día fui pez luna de luz fría, danzante y cantante, descendiendo poco a poco por la noche más helada.
Olvidemos que un día fui el vacío que respiraba junto con mi almohada.
Olvidemos que fui los primeros rayos de oscuridad que se colaron por las rendijas de mi cuerpo , arquetipo plagado , ocupado de germen humano.
Olvidemos las golondrinas que bailaban por debajo de las pieles muertas, escamas oxidadas de un mar revuelto de Puerto-Tuerto.
Olvidemos que fui yo el desastre que quebrantó las leyes de la termo-dinámica y de la física-cuántica.
A veces, olvido, pero los peces siguen nadando asustando la arena en playas desiertas, partiendo la sal en granos de seda y terciopelo azul en el mar solar... Respirando la marea que sube y nunca espera, me oprime el pecho que tanto siente dentro. Siento mi corazón humedecido, como un calcetín sucio mojado, que se siente raro,extrañado y del revés, crucificado con pinzas metálicas, atrapado e impar en el tendedero de la puta probabilística.
Temblando al sol tu recuerdo por las sombras glaciales, eras tú quien todo lo sacudía, eres tú el epicentro de esta sensación , de esta combustión, de esta sin razón...

Eras tú el ardor estomacal sísmico de mi corazón.
Eras tú el ardor estomacal sísmico de mi corazón.
Eras tú el ardor estomacal sísmico de mi corazón.

Eras tú...


Fotografía de un "pez-gato-exótico" llamado Yo.